Una de las principales razones por las que algunas personas renuncian a sus perros y estos acaban en protectoras o casas de acogida, tiene que ver con los ladridos.
Y, aunque a oídos humanos todos los ladridos pueden parecer bastante similares, lo cierto es que un perro ladra por muchísimas razones: desde excitación, quizás porque quieren jugar o porque están nerviosos, cuando están inseguros, con miedo, irritados, o quizás porque sienten que tienen que proteger algo (como su territorio) o alguien, (como a ti).
En este video vamos a ver qué información puedes extraer del ladrido de tu perro y algunos consejos que pueden ayudarte a solucionar este problema.
Tabla de Contenidos
Vocalizar es una manera de comunicarse contigo
Para empezar, y más que pensar en ladridos, preferiría que empezases a pensar en vocalizaciones.
Porque vocalizar también es algo que hacemos los primates, incluidos los humanos. Nosotros podemos hablar, podemos susurrar, gritar, sollozar… Y todo esto es una forma de comunicación, que suele ir en conjunto a un lenguaje corporal acorde a esas vocalizaciones.
Pues bien, al igual que nosotros, los perros tienen necesidades, y eso es lo que intentan comunicar a través de los ladridos.
Por lo tanto, si tienes un perro que ladra, lo primero que debes asegurarte es de tener tiempo para cubrir esas necesidades. Por ejemplo, algo incluido en las rutinas del día a día serian cosas como:
- Dar paseos de calidad (si es por la montaña o zonas con verde, mejor que mejor)
- Hacer algo de ejercicio físico
- Tener una estructura y horarios predecibles (de paseos, comidas, juegos, descanso…)
- Una buena nutrición
- Debes añadir también algo de enriquecimiento ambiental por ejemplo con juguetes interactivos, rellenables o tipo puzles,
Ya sabes, cosas que ayudan a tener un perro equilibrado y estable.
Y os aseguro que con esto que acabo de decir, he resuelto el problema del 60% o más de perros que tienen problemas de comportamiento, y no solamente los relacionados con los ladridos.
Dicho todo esto, y al igual que ocurre con la comunicación visual o el lenguaje corporal, un ladrido puede ser muy diferente según el contexto, la actitud y, en general, el lenguaje corporal o las postural del propio perro.
La estructura del ladrido
Según diferentes estudios, (porque si, los hay a montones…) los ladridos tienen características relacionadas con:
- El contexto específico del momento (entorno)
- Los rasgos individuales del propio perro (genética)
- Por supuesto, con el individuo o cosa a quien va dirigido ese sonido
Así, podemos encontrarnos con diferentes tipos de ladridos, con variaciones en el tono, la intensidad y la frecuencia, dependiendo de lo que quieran comunicar.
- La frecuencia será proporcional a la excitación, o mejor dicho, a la agitación del momento.
- La entonación tiene que ver con la emoción básica: los altos indican excitación o inseguridad, mientras que los bajos son característicos de perros seguros de sí mismos.
- La duración del ladrido, indica cuánto de urgente considera el perro lo que quiere comunicar.
Razones por las que los perros ladran
Y ahora que sabemos todo esto, revisemos los puntos principales por los que los perros pueden ladrar. Lo he dividido en cinco categorías
Comunicar sus emociones
En primer lugar, tenemos los ladridos que comunican una emoción. En esta categoría encontramos ladridos de todo tipo:
- Algunos comunican excitación, por ejemplo cuando llegas a casa después de trabajar
- Otros pueden expresar alarma por ejemplo cuando escuchan ruidos raros aproximándose a la puerta de casa. Estos ladridos intentan avisarte a ti, o en general a la familia de que hay algún extraño fuera a lo que hay que prestar atención
- También pueden ladrar cuando tienen miedo, o cuando están inseguros.
- Y esto está muy relacionado con los perros que se quedan solos, por ejemplo cuando sufren ansiedad por separación o aislamiento (por cierto, tenéis un video muy interesante sobre la ansiedad por separación o aislamiento, pasaros por el enlace)
- Y por último, me atrevería a decir que el ladrido de frustración es el más habitual de todos. Sucede con perros que van atados, los que están en balcones y/o ventanas, los que ladran a través de las verjas… Pero ojo, porque la frustración no solo ocurre cuando hay barreras físicas, también puede suceder cuando intentan comunicar algo y no les entendemos, o cuando los humanos no somos claros con lo que tratamos de decirles ellos.
Como veréis, la principal razón por la que los perros vocalizan está relacionado con su estado emocional. Por lo tanto, si estás viendo este video, toma nota, y la próxima vez que tu perro ladre, en vez de reaccionar con un “dios para de ladrar, ¡me estas volviendo loca!” considera un momento la situación.
Antes de ponerte a gritar (¿ladrar?) sería preferible que, por un momento te preguntes porque tu perro tiene la necesidad de ladrar. ¿Qué está pasando? ¿Qué pretende comunicarte? Si quieres aprender a entender mejor a tu perro, pásate por el video de lenguaje canino, ¡te lo recomiendo 100%!
Genética
En el segundo punto tenemos la genética, porque la tendencia a ladrar también puede ser diferente según el tipo raza con la que vivas.
En general, los perros que menos ladran son los seleccionados para competiciones de carreras, como los Greyhounds, (galgos de toda la vida) o los Whippets. Y aquí personalmente añadiría razas grandes como el Mastín o el Gran Danes, que generalmente son bastante silenciosos.
Por el contrario, las razas de tamaño mas pequeño como los chihuahuas, el Bichón Maltes, teckels y terriers pequeños, suelen ser bastante ladradores.
Otros perros sin embargo más que ladrar aúllan. Por ejemplo el aullido del Beagle o los alaridos del husky son MUY característicos. Y esto sin mencionar a los basenjis, que juegan en otra liga
Packs o grupos de perros
Por otra parte, los perros ladran cuando están en grupo o en manada. Por supuesto esto está relacionado con las emociones, pero a veces, simplemente otros perros se unen al coro. Esto es algo muy característico y frecuente en residencias caninas o en perreras o protectoras.
Aquí incluyo a los perros que se unen al coro cuando los humanos están gritando, así que ojo cuando le pegas la bronca, porque quizás te conteste.
Perros mayores o con demencia
A veces los perros senior pueden ladrar debido la demencia (la gran mayoría de veces no diagnosticada), así que intenta ser un poco más comprensivo si los ladridos pueden ser “efectos” de la vejez.
Si tu perro es mayor, por favor, cuídalo.
Ladridos reforzados
Por ultimo, tenemos los ladridos que, generalmente y de manera inconsciente, los humanos reforzamos. Y diría que en conjunto a la frustración este es otro de los principales motivos por lo que muchos perros ladran.
Aunque en breves subiré un video hablando de los refuerzos, por si no lo sabías, todos los comportamientos producen una consecuencia, y cuando esa consecuencia es reforzante para el animal, la conducta se repite, se hace mas fuerte y se mantiene durante el tiempo, como consecuencia de esos refuerzos (valga la redundancia-).
O dicho de otra manera, reforzar no significa “oh, has ladrado ¿quieres una galleta?” A veces reforzamos conductas de una manera inconsciente, como, por ejemplo, cuando les tiramos la pelota para que se callen.
Generalmente cuando explico esto a los tutores que tienen este problema (el de la pelota), la respuesta suele ser “no, no no no, le lanzo la pelota para que se calle mientras hablamos”. Y mi respuesta es “si has hecho callar mientras hablamos, pero ladrando consigue la pelota, por lo tanto, estas reforzando el ladrido. Y ojito porque muchos perros inician el juego a través de los ladridos.
No solo eso, sino que el refuerzo puede ser que te gires a mirarlo, o que le apuntes con el dedo o que simplemente le digas haciendo mil gestos, que se calle. Todo esto puede parar momentáneamente el ladrido, y puede que no ladre en los próximos minutos, pero estas construyendo lo que llamamos un “patrón de conducta” con el que consigue tu atención o la pelota, o un premio, y por lo tanto este tipo de ladridos reforzado no pararán nunca.
En este grupo, también podemos mencionar los “ladridos de anticipación”, que como bien indica su nombre ocurre cuando el perro está anticipando algo.
Esto está relacionado con la excitación, pero cuando algo se convierte en rutinario, por ejemplo la hora de la cenar (recuerda, patrones de conducta) puede hacer que se desencadene ese ladrido.
Por lo tanto y como verás, más allá de la parte emocional, muchos ladridos son “conscientemente vocalizados” porque el perro obtiene un refuerzo después de ladrar.
Continúa con el video porque hablo de la solución a los ladridos reforzados un poco más adelante
Cómo minimizar los ladridos
Vale, ya tenemos toda la información necesaria. Ahora ya sabemos porque nuestro perro ladra. Pero, antes de continuar con algunas pautas para ayudarte con esto, quiero dejar claro que cada caso es un mundo y que no siempre se deben aplicar los mismos métodos ni juegos con cada familia o cada perro que con los que trabajamos. O dicho de otra manera, esto no es la receta de un bizcocho.
Antes de trabajar el tema de las vocalizaciones, debes tener en cuenta el propósito y el contexto del ladrido de tu perro. De modo que aunque sigas la receta y estos juegos te ayuden, si no lo tienes claro y no resuelven tus problemas, deberás busca a un buen educador que pueda ayudarte con esto. Se que soy muy insistente, pero puedes pasarte por el artículo de tu perro no necesita adiestramiento canino, para saber cómo elegir un buen educador.
Perros que ladran por excitación
Como he dicho al principio, y mas allá de tener unas rutinas y unas necesidades básicas cubiertas, lo mejor que puedes hacer con un perro que ladra por excitación es enseñarle a entretenerse a través del enriquecimiento ambiental y, que de esta manera aprenda a estar bien SIN que tu estés presente.
Se creativo y móntale juegos con cajas, con tubos de cartón de papel de cocina, toallas, cómprale juguetes rellenables, snaks masticables y juegos tipo puzle para entretenerse (si quieres saber mas sobre esto, también puedes pasarte por el artículo de juguetes para perros, además también tienes una guía descargable aquí).
De esta manera tu perro podrá estar en su camita, transportan o en una habitación, concentrado en estos juegos, buscando o rumiando, sin la necesidad que tu seas el centro de su universo en cada momento de su vida. Tienen que aprender a que, simplemente, pueden relajarse y ver pasar el tiempo, como hacen muchos otros perros.
Recuerda que el refuerzo construye el comportamiento, así que busca oportunidades y cuando esté acurrucado, tumbado y tranquilo en su camita puedes dejar algunas galletas o hacerle algunas caricias cuando pases. Eso si, de forma calmada.
Un juego que va muy bien para estos casos (y para los que describiré después también) es el juego de “¡busca!”, que como su nombre dice, el juego trata de usar la nariz para buscar comida, o incluso juguetes.
Muy sencillo: se trata simplemente de esconder comida por casa. Usa algo que se un poco húmedo y que huele bien, como salchichas, pavo o queso. Si sois nuevos con el juego, empezar en una habitación, y después amplia la zona de búsqueda por toda la casa. También puedes complicar el ejercicio poniéndolo en alturas o tapado con cosas (por ejemplo enrollado en una toalla o escondido en una caja llena de papeles),
Ojo, no le vuelvas loco repitiendo la palabra “busca” y señalando con el dedo donde está comida. El objetivo es que use la nariz. Presta atención para escuchar ese olfateo, tan característico de los perros.
Perros que ladran para alertar o avisar
Los perros que ladran con la finalidad de alertar o avisar, suelen tener una base de miedo e inseguridad (en parte genética y en parte aprendida, quizás por una mala socialización temprana), y suelen ser perros que a lo largo del tiempo han ido generalizado y asociando eventos o situaciones a esos miedos que quizás al principio eran puntuales.
Lo que suele funcionar muy bien con este tipo de perros es habituarles a nuevos entornos y generalizar todo tipo de estímulos (la llamada socialización que tanto hay que trabajar con los cachorros).
¿Cuántas veces lo llevas al parque? ¿Y a la montaña? Si tienes un perro MUY ladrador, al que ya apenas sacas a la calle precisamente por este motivo, te aconsejaría llevarlo a sitios donde no haya muchos ruidos, ni personas o perros moviéndose por las inmediaciones.
Siéntate con el en una toalla en algún sitio donde no haya nada, y simplemente, refuerza ese estado de calma. Si es un perro que no está habituado a ver o escuchar diferentes cosas que llamen su atención o que le asusten, reaccionará ladrando. Por eso tienes que introducir estas cosas nuevas con cuentagotas y de manera muy progresiva y siempre trabajando desde un estado de relajación absoluta.
La base emocional de estos perros tiene que ver con la inseguridad y el miedo, así que te recomendaría anotar en un papel cada estímulo o situación que le genera miedo para que puedas trabajar en un plan mucho más preciso.
Con esta lista de “cosas que desencadenan ladridos” podrás exponer a tu perro poco a poco a nuevos estímulos y experiencias con las que tendrá que navegar el resto de su vida.
Ladridos reforzados
Por último y como he dicho antes, muchos perros ladran porque en algún momento nosotros hemos reforzado ese ladrido. Por lo tanto en estos casos, lo importante es que te pares a pensar cuál es el refuerzo que obtiene después de estas vocalizaciones.
Piensa, ¿cuál o es el refuerzo que mantiene esa conducta? ¿Está viniendo de ti, o de otra persona con la que convives? ¿Está anticipando algún evento o situación? ¿Es un refuerzo que proviene del entorno?
Si continuamos con el ejemplo anterior de la pelota, lanzarla es un refuerzo positivo, porque añades algo. De modo que lo que tienes que hacer es lanzar la pelota sólo cuando NO esté ladrando. Eso si, tendrás que ser muy consistente con esto, sino simplemente no funcionará.
Lo mismo para el caso de los perros que ladran por anticipación, por ejemplo a la hora de ponerles la comida en el suelo, En estos casos tienes que ser IMPREDECIBLE…
«Pero Nago… has empezado el video diciendo que los perros necesitan rutinas y horarios…»
«Sisi sisi si… así es si…»
PERO, en estos casos, para estos perros, su vida debe tener unos horarios predeciblemente impredecibles. Recuerda, ¡esto no es la receta de un bizcocho!
En estos casos es interesante que hagas otra cosa, debes romper ese patrón de conducta aprendido, y buscar el momento para reforzar un comportamiento alternativo al de ladrar. Quizás puedas dividir los horarios de las comidas en tres o cuatro tomas, o usar juguetes rellenables, alfombras olfativas o comederos tipo laberinto para minimizar esos ladridos.
Pero sobre todo, no le des de comer en los momentos en los que exija esa comida porque, recuerda, sino será tu quien refuerce esos ladridos.
También puedes probar a cambiar la zona donde le pones la comida, el bol o el plato que usas, los sonidos, por ejemplo si coges la comida de un saco, mételo en tupper y pónlo en otro sitio menos predecible… Se creativo o creativa para evitar que tu perro anticipe este gran evento.
Si tu perro se pone a ladrar o vocalizar en cualquiera de estos escenarios, donde el comportamiento está siendo reforzado, haz una pausa, y si los ladridos continúan simplemente vete, haz otra cosa y no le prestes atención.
Así es como se rompen estos patrones de conducta, y solo así el perro aprenderá que a larga, este tipo de vocalizaciones no funcionan. Por lo tanto, y en término conductuales, los ladridos reforzados, se extinguirán.
Por ultimo en el caso de los perros que ladran por un refuerzo del entorno, por ejemplo, cuando ladra desde el balcón a otros perros o personas, piensa que es su cabeza, “gracias” a su ladrido, esos estímulos “desaparecen”, (esto es lo que llamamos refuerzo negativo o R-).
Una vez mas tienes que romper este patrón, en este caso modificando el entorno. Puedes no dejarle salir al balcón, o bien si es una ventana, poner unas cortinas.
Cuando ocurre en el coche, puedes poner unos parasoles laterales para minimizar la estimulación visual. Lo mismo que cuando pasa con los ruidos de la escalera. Puedes usar lo que llamamos “cortina acústica”, o ruido blanco, es decir, sonidos como un ventilador, la radio o simplemente música, que minimice esos sonidos que detonan el ladrido.
Mención especial a «profesionales» del sector que castigan los ladridos
Antes de terminar el video una mención especial, como siempre, a todos aquellos adiestradores, etólogos, veterinarios o idiotas que recomiendan castigar, sea de la manera que sea, a los perros que ladran. Los típicos de «debes imponerte al perro, te ha perdido el respeto».
Como podéis ver en todos mis videos, y veréis a lo largo del tiempo, se trata de construir conductas nuevas, no de castigar los malos hábitos, muchas además veces reforzados por lo humanos.
Los castigos generan miedo, malestar, frustración o incluso dolor en los perros. Y desde luego, no aprenden (porque las técnicas aversivas no enseñan) nada nuevo con lo que reemplazar los malos hábitos. Así que por favor, no lo hagas; no sigas las recomendaciones de estas personas. Si quieres saber cómo elegir un buen educador o adiestradora canino, te invito a pasarte por el artículo tu perro no necesita adiestramiento canino.
Y hasta aquí el artículo sobre ladridos. Por supuesto habría material para otro, u otros, pero por el momento me despido. Mientras tanto y como siempre, sigue entrenando o, sigue practicando y sobre todo, sigue aprendiendo con tu perro. Nos vemos en el próximo video. Aguur!
Referencias:
- Separation Anxiety in Dogs: Next Generation Treatment Protocols and Practices – Malena de Martini-Price
- Solo en casa: la ansiedad por separación canina – James O’Heare