Código ético del proyecto

Quienes trabajamos con animales, debemos mantener y respetar un estricto código ético de valores. No hay razón para lastimar a los perros, ni siquiera sus sentimientos.

La industria de la educación canina es joven y poco (o nada) regulada.

Desgraciadamente, cualquiera puede colgarse un diploma en la pared y hacer negocios como quiera, tenga o no tenga experiencia, habilidad y/o conocimientos suficientes sobre todo lo que implica trabajar con animales. Como resultado, elegir los mejores servicios para hacer frente a los problemas que tienes con tu peludo, a veces puede ser difícil y frustrante.

Para mí como educadora profesional, y bajo el nombre de Hablando Canino, trabajar en esta profesión implica comprometerse con métodos de entrenamiento basados en la ciencia y, por supuesto asumir un compromiso ético que no es nuevo en esta industria. Cosa diferente es que se respete o no.

1.

Usar técnicas humanas y amables.

Me aseguro siempre de que cada perro tenga opciones y oportunidades adecuadas para representar su comportamiento natural ante casi cualquier circunstancia.

3.

Tener la mente abierta.

Explorar o implementar nuevas ideas de capacitación, investigación y toma decisiones, basadas en la investigación ética y responsable.

5.

Asegurar el bienestar emocional y físico de cada animal.

Este debe ser primordial, y las necesidades de cada perro en cada momento deben tenerse en cuenta siempre.

7.

Desanimar a usar cierto tipo de collares.

Incluidos los de metal, con pinchos/púas (tipo sprenger), de estrangulamiento, ahorque o semi-ahorque, collares para la cabeza, eléctricos, correas flexibles, correas cortas (menos de 1,5 metros), jaulas como castigo, o cualquier equipamiento que restrinja el movimiento, y técnicas que causen dolor, conmoción, miedo o intimidación.

9.

¡No soy veterinaria!

Por eso me abstengo de dar consejos relacionados con la misma, o diagnosticar y pretender tratar condiciones médicas. Siempre que sea posible, trabaja con profesionales veterinarios y consúltalos si sospechas que tu peludo tiene algún problema de salud.

2.

Usar técnicas basadas en la ciencia.

O de manera inversa, NO fomentar prácticas irregulares que fomenten el castigo físico o psicológico, bajo ningún concepto, hacia ningún perro u otro animal o persona.

4.

Enseñar y concienciar a las personas.

Sobre la educación, entrenamiento, cuidados básicos, veterinarios y el bienestar responsables. También debemos asesorar y fomentar las adopciones, y la elección del tipo adecuado de perro para cada familia.

6.

Promover el equipo y material adecuado.

Incluidos arneses bien ajustados que permitan un movimiento sin restricciones y sean cómodos, así como correas largas y planas (idealmente 2-3 metros) que permitan la libertad de movimiento.

8.

Advertir sobre algunos tipos de actividades, juegos y ejercicios

Que sean repetitivos y arduos, por ejemplo, recuperar, buscar, o pedir que se siente repetidamente, obediencia tradicional, agilidad, etc, que puedan causar estrés físico y / o emocional, hiperactividad y comportamientos obsesivos. Ten siempre en cuenta la edad, salud y preferencias individuales de tu perro para decidir sobre la idoneidad de las actividades.

10.

Tratar a los clientes y a los perros con respeto.

Prometo comportarme de manera profesional independientemente de las habilidades individuales o, incluso, la raza del perro.

1.

Usar técnicas humanas y amables.

Me aseguro siempre de que cada perro tenga opciones y oportunidades adecuadas para representar su comportamiento natural ante casi cualquier circunstancia.

2.

Usar técnicas basadas en la ciencia.

O de manera inversa, NO fomentar prácticas irregulares que fomenten el castigo físico o psicológico, bajo ningún concepto, hacia ningún perro u otro animal o persona.

3.

Tener la mente abierta.

Explorar o implementar nuevas ideas de capacitación, investigación y toma decisiones, basadas en la investigación ética y responsable.

4.

Enseñar y concienciar a las personas.

Sobre la educación, entrenamiento, cuidados básicos, veterinarios y el bienestar responsables. También debemos asesorar y fomentar las adopciones, y la elección del tipo adecuado de perro para cada familia.

5.

Asegurar el bienestar emocional y físico de cada animal.

Este debe ser primordial, y las necesidades de cada perro en cada momento deben tenerse en cuenta siempre.

6.

Promover el equipo y material adecuado.

Incluidos arneses bien ajustados que permitan un movimiento sin restricciones y sean cómodos, así como correas largas y planas (idealmente 2-3 metros) que permitan la libertad de movimiento.

7.

Desanimar a usar cierto tipo de collares.

Incluidos los de metal, con pinchos/púas (tipo sprenger), de estrangulamiento, ahorque o semi-ahorque, collares para la cabeza, eléctricos, correas flexibles, correas cortas (menos de 1,5 metros), jaulas como castigo, o cualquier equipamiento que restrinja el movimiento, y técnicas que causen dolor, conmoción, miedo o intimidación.

8.

Advertir sobre algunos tipos de actividades, juegos y ejercicios

Que sean repetitivos y arduos, por ejemplo, recuperar, buscar, o pedir que se siente repetidamente, obediencia tradicional, agilidad, etc, que puedan causar estrés físico y / o emocional, hiperactividad y comportamientos obsesivos. Ten siempre en cuenta la edad, salud y preferencias individuales de tu perro para decidir sobre la idoneidad de las actividades.

9.

¡No soy veterinaria!

Por eso me abstengo de dar consejos relacionados con la misma, o diagnosticar y pretender tratar condiciones médicas. Siempre que sea posible, trabaja con profesionales veterinarios y consúltalos si sospechas que tu peludo tiene algún problema de salud.

10.

Tratar a los clientes y a los perros con respeto.

Prometo comportarme de manera profesional independientemente de las habilidades individuales o, incluso, la raza del perro.

Hablando Canino es un espacio hecho por y hacia los perros con el objetivo de acercar estos dos mundos tan diferentes a través de la ciencia, la comunicación y el conocimiento.