Los perros nerviosos o con problemas de conducta a veces pueden parecer “impredecibles”, pero esto raramente es así.
La acumulación de desencadenantes y el umbral de tolerancia son dos conceptos realmente útiles que te ayudarán a comprender esas conductas «impredecibles» que tanto te preocupan.
Esta es la segunda parte de una serie de videos relacionados con el estrés. Si no has visto la primera parte, donde explico que es, como funciona y sus efectos en el comportamiento de los perros, te recomiendo parar este video y que empieces desde el principio. Son diez minutos mas y entenderás mejor todo lo que viene a continuación.
Para todos los demás, cabezas arriba y, al lio.
Tabla de Contenidos
¿Alguna vez te has encontrado diciendo algo así como “de repente y sin previo aviso, mi perro se ha vuelto loco y ha mordido a otro perro, ¡normalmente el no hace eso!”
Bien, si esto te suena, es posible que estés viendo algo llamado acumulación de estresores, que son pequeñas cosas que suman, y suman, hasta convertirse en algo muy grande. Es, como se suele decir, la gota que colma el vaso.
Pero, vayamos por partes. Empecemos por los desencadenantes.
Que son los desencadenantes
Como ya expliqué en el video anterior, un desencadenante puede ser cualquier cosa del entorno que causa una reacción indeseada y exagerada a tu perro.
Pueden ser estímulos sensoriales del el entorno de los que tú, en algunas ocasiones, no eres ni tan siquiera consciente. Veamos algunas características de estos estresores.
Características de los estresores
- Pueden ser estímulos sensoriales que hay en el entorno y que hacen que aumenten el miedo o la reactividad de tu perro, sin que tu seas consciente de ello. Por ejemplo, el ruido de unas obras puede que no sea estrictamente «estresante» para ti, pero sí puede serlo para tu perro.
- Por supuesto, cada perro es único, con sus propios miedos y factores estresantes específicos, igual que nos pasa a los humanos, y por lo general, los desencadenantes son cosas que hacen que sienta emociones negativas.
- Aunque ojo porque también pueden ser cosas que hacen que sienta emociones positivas, pero que aumentan de manera sobrepasada los niveles de excitación, por ejemplo la anticipación de un paseo, ir a saludar a otro perro o juegos con mucha energía.
- Además, y por si fuera poco, no todos los desencadenantes se perciben igual en todo momento. Por ejemplo, un mismo desencadenante puede ser más intenso si se mueve, o está mas cerca de lo necesariamente estricto. No es lo mismo ver un gato tumbado en la distancia, a que salga de la nada y nos pegue un susto de muerte.
Apilamiento o acumulación de estresores (como queráis)
Ahora, y metiéndonos de pleno ahora con la acumulación de estresores ¿conocéis esa sensación, en la que te sientes como abrumada o sobrepasada por muchas cosas estresantes o negativas que han ido sucedido durante el día?
Porque si, hay días en los que las cosas van bien y hay días en los que las cosas van terriblemente mal. Te quedas dormida, se te cae el café cuando ya estas vestida, el coche con arranca, te dejas el móvil en el trabajo… Creedme, todos y todas hemos tenido días como estos…
Pues, lo que sientes al final de ese día, es lo que llamamos apilamiento de estresores o “efecto bola de nieve”. Es decir, es la acumulación del estrés debido a la exposición a varios estresores en un corto período de tiempo, por lo que el nivel de reactividad no ha tenido tiempo para volver a la normalidad.
Pues bien, a los perros les pasa exactamente lo mismo. Durante el día, también tienen que lidiar con muchos factores estresantes que pueden irse amontonando.
Salimos de paseo y cuando todo parece ir bien, de repente ve a otro perro en la distancia. Pero este perro no parece acercarse de buen rollo, tiene la mirada fija, está tenso y tu perro empieza a preocuparse porque lo percibe como algo amenazante o incluso aterrador. Después pasa una moto que mete muchísimo ruido, otro sobresalto mas. Y poco después, pasando cerca de un colegio, coincide con la salida, y no hay más que niños corriendo, gritando. En ese momento, uno de ellos de manera inesperada intenta tocarle la cabeza y… ¡ZAS! Mordisco.
Esto podría ser un ejemplo de apilamiento de estresores en un día cualquiera de tu perro.
Procesos y cambios químicos
Esta acumulación de estresores ocurre como consecuencia a diferentes cambios químicos del organismo. Me explico.
Primero hay chute de adrenalina que pone al perro en modo alerta, provocando una cascada de procesos químicos, que preparan al cuerpo para la acción. Entre otras muchas cosas se segrega cortisol, la famosa hormona del estrés, (insisto, pasaros por el video estrés en perros para entender mejor todo esto) y…
¡Oooh, sorpresa! Así como la adrenalina tarda pocos minutos en “descomponerse”, el cortisol puede durar horas en el organismo. Por lo tanto, si hay múltiples estresores o desencadenantes presentes en un corto período de tiempo, el cuerpo no tiene tiempo suficiente para recuperar el equilibrio o lo que llamamos homeostasis.
Esto hace que el nivel de cortisol aumente y sume al nivel anterior, lo que hace que tu perro se sienta muy estresado, y por lo tanto más proclive a tener un comportamiento aparentemente impredecible.
Una vez llegado a este punto de sobrecarga de cortisol, o estrés acumulado, es cuando el perro es mas propenso a superar su umbral de tolerancia: un punto de ruptura en el que ya no son capaces de afrontar los niveles de miedo, estrés, o excitación (os dejo un link para que vayáis al apartado de descargas y veáis algunas infografías sobre los umbrales de tolerancia).
En este punto el perro puede estar en modo lucha huida parálisis, lo cual puede provocar una respuesta agresiva, entrar en pánico e intentar huir (si es que pueden) o quedarse totalmente congelados del miedo.
Además, y debido a que el cortisol tarda tiempo el “eliminarse” estará muy cerca y con muchas más probabilidades de volver a superar ese estrés, y por tanto de reaccionar “inesperadamente”, ya sea con otro perro, o incluso contigo aunque eso no haya pasado antes.
Como veréis, no siempre se necesitan niveles de excitación altos, para llegar a escalar a comportamiento inapropiados, o incluso a la agresión. El apilamiento de estresores es suficiente para encontrarnos con conductas poco adecuadas.
Prevención ante la acumulación de estímulos
Una vez comprendido el concepto de acumulación de desencadenantes, es cuando puedes comenzar a tomar medidas para evitar que los estresores se apilen y tu perro alcance su umbral de tolerancia. Las siguientes pautas pueden ayudarte:
- Primero y lo mas importante, aprende todo lo que puedas sobre comunicación y lenguaje canino y observa detenidamente cualquier señal que pueda ayudarte a anticipar el estrés temprano.
- Haz una lista de todos los desencadenantes conocidos y trata de evitarlos en la medida de los posible. Recuerda incluir desencadenantes positivos que aumentan también su excitación.
- Recuerda que una vez traspasa el umbral entra en modo de lucha/huida/parálisis, es sinónimo de que ya se sentía incómodo. El objetivo es intervenir ANTES de que llegue a ese punto.
- Si vives con un perro muy reactivo que supera con frecuencia el umbral, debes evitar situaciones que aumenten esa excitación, como jugar a perseguir, tirar la pelota o paseos estresantes. Por el contrario, debes añadir más actividades tranquilas y relajantes, como paseos por la montaña con correa larga, juegos de búsqueda de comida o forrajeo, snaks de larga duración…
- Ojo: si tu perro tiene alguna dolencia o no se siente bien a nivel físico (vómitos, diarreas, displaxias, artrosis… bueno estas cosas), es probable que esté más cerca de traspasar el umbral de lo que sería lo habitual.
- Si supera el umbral inesperadamente, intenta mirar hacia atrás en las últimas 24 horas y averigua qué estímulos pueden haberse combinado y acumulado para empujarlo a ese punto. Esto te ayudará a evitar algo similar en el futuro.
Todos quienes amamos a nuestros perros sabemos que el estrés prolongado disminuye la longevidad. Esto no es nuevo. Y sé que ninguno de nosotros queremos eso para nuestros compañeros, por eso debemos ayudarles a vivir lo más felices posible, minimizando el estrés del día a día.
Recordad que un cerebro sano y resistente y puede adaptarse fácilmente a un entorno cambiante. Sin embargo, un cerebro enfermo y dañado por estrés tóxico o crónico, tienen mucha menos capacidad para adaptarse al medio.
Y por supuesto, también hay que darles tiempo para que se recuperen después de situaciones estresantes para evitar que el estrés se acumule. Podéis añadir actividades relajantes y sobre todo, fomentar el descanso para que los niveles de hormonas y neurotransmisores de vuestros perretes puedan volver a su equilibrio original.
Espero que el video de hoy te haya aportado otro poquito más de conocimiento sobre el estrés, y el impacto que causa este en las relaciones con nuestros perros.
Si esta es la primera vez que estás aquí y te ha gustado el contenido, comparte y difunde los videos o los artículo para que el señor Google recomiende este proyecto educativo sobre perros.
Por el momento me despido hasta la semana que viene y, como siempre, sigue entrenando, sigue practicando y sobre todo, sigue aprendiendo con tu perro. Nos vemos en el próximo artículo.
Aguur.