Los que conocemos a los perros, desgraciadamente estamos muy acostumbrados a verlo: un perro dice una cosa y sus propietarios que, o bien no lo entienden, o bien entienden lo contrario. Resultado final: perros a los que se les regaña y reprende de manera constante, broncas, golpes (de manera más o menos intensa, he visto las dos) y, con suerte si son de tamaño pequeño, también pueden salir volando por los aires después de un buen tirón de correa.
Existe una desconexión enorme entre lo que la gente cree que hacen y dicen sus perros y lo que REALMENTE sucede. Y ambas partes sufren por ello. Perros castigados por el llamado “mal comportamiento”, y propietarios que nunca llegan a disfrutar plenamente de la compañía de sus peludos. Y todo esto podría evitarse de una manera MUY sencilla: aprendiendo sobre el lenguaje corporal del perro.
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El lenguaje corporal es el medio de comunicación entre animales, ¡incluidos perros y humanos!
Mas allá de las películas de Disney, ¿alguna vez has visto en algún documental, un grupo de animales salvajes bebiendo tranquilamente juntos? Obviamente, estos animales no se hablan con palabras entre sí pero, de alguna manera, todos saben que en ese momento están en modo “son de paz” y, desde luego no es momento de hacerse daño los unos a los otros.
El lenguaje corporal ES comunicación, y los animales pueden sentirlo e interpretarlo sin necesidad de usar las palabras. Es un lenguaje universal, comprensible por todos, sea cual sea la especie a la que pertenezcan (excepto para los humanos que, al parecer poco a poco, vamos perdiendo habilidades “animales” naturales).
En el caso de los perros, y mucho más allá de entenderse con otros animales, también son especialistas en interpretar la comunicación humana, pero no tanto por las palabras sino por la comunicación no verbal. Muchas veces, y generalmente sin ser conscientes de ello, nuestro lenguaje corporal cambia cuando sentimos preocupación, ansiedad, miedo, ira, pena o nerviosismo. De hecho, mi perro sabe perfectamente bien cuando estoy de mal humor, tensa, nerviosa o triste, ¡muchísimo antes de que yo me dé cuenta! (hablo de manera literal, y quien nos conozca lo sabe).
Habitualmente los humanos, tenemos la cabeza en tantas cosas que no nos damos cuenta de cómo nos movemos y QUÉ transmitimos a quienes nos rodean. Pero, los perros son muy observadores, y conocen muy muy bien nuestro lenguaje.
Pero, ¿qué es exactamente la comunicación?
En su sentido más amplio, es cualquier proceso donde la información que transmite un animal, causa un cambio o una respuesta en otro.
Habitualmente ocurre entre los miembros de un mismo grupo pero, como ya hemos visto, también se da entre diferentes especies. Sin ir más lejos, entre perros y humanos. Y aunque los animales más solitarios también se comunican, ocurre de manera más compleja en especies con comportamientos muy sociales que viven en grupos e interactúan entre ellos de manera constante. O, dicho de otro modo, es un medio esencial e imprescindible para mantener a éstos grupos unidos, organizados que les ayuda a no entrar en conflictos continuamente.
La importancia de entender e interpretar el lenguaje corporal del perro
Al igual que los nosotros, los perros son animales sociales, y tienen su propio lenguaje, un instinto muy arraigado que les ayuda a:
- comunicar intenciones
- aumentar o disminuir la distancia de algo o alguien con quien/que no se sienten seguros
- mostrar comodidad o incomodidad
- resolver conflictos
- cooperar con otros individuos de su entorno
Así, y debido a que los perros no hablan el lenguaje humano, la única manera de comprenderlos y comunicarnos de manera eficaz con ellos es aprendiendo a interpretar y leer su lenguaje corporal y vocal. Entender lo que dicen los perros con sus señales y acciones, no solo nos ayuda a mejorar la convivencia con ellos, ¡sino que es MUY importante para su seguridad!
Desgraciadamente el desconocimiento del su lenguaje hace que en muchas ocasiones los humanos malinterpretemos lo que están diciendo. A veces asumimos ciertos gestos o acciones pensando que significan una cosa, cuando en realidad el perro está diciendo otra. Determinar qué significa realmente un movimiento de cola o una barriga expuesta, puede marcar la diferencia entre un masaje agradable o un mordisco en la mano, ¡y creo que cualquier educador canino estará de acuerdo conmigo!
Profundizando en el lenguaje corporal del perro
El lenguaje y la comunicación canina, incluye el movimiento y la posición del cuerpo, de la cola, de sus expresiones faciales, y de patrones de comportamiento claves como las señales de calma que, dentro de un determinado contexto ayudan a comunicar a su entorno cómo se sienten en cada momento.
Hay señales muy obvias que casi todos sabemos interpretar (creo que todos sabemos lo que significa que te enseñen los dientes, o ver a un perro tembloroso con la cola metida entre las patas), y otras que por regla general, se pasan por alto. También hay señales muy similares que cambian de significado según la situación en la que se encuentren, por ejemplo, bostezar en un momento de actividad o sacudirse sin estar mojados.
Un perro con el cuerpo blandito es aquél que está cómodo, incluso puede que divertido. Un cuerpo rígido, tenso, congelado, es sinónimo de estar incómodo y en guardia. Darse la vuelta y enseñar la barriga puede significar ‘dame un masajito, humano’ pero, ten cuidado y verifica que la boca y la cola están relajadas. Si la boca está cerrada y la cola tensionada y enroscada entre las patas, puede ser que el perro esté ‘disimulando’ un encuentro realmente estresante. Su mensaje puede ser ‘no quiero problemas’, pero si te pasas de la raya pueden morder u orinarse encima.
En la siguiente imagen podéis ver algunos ejemplos.
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Al principio, habituar nuestros ojos a percibir estas señales, puede parecer un poco frustrante y complicado, sobre todo con cuando estas señales ocurren a la vez, y son muchas y muy rápidas. ¡Pero no te preocupes! Lo importante es que seas consciente y hagas el esfuerzo de observar e intentar interpretar lo que ocurre en cada momento. El tiempo y la práctica, como en todo, perfeccionan.
Estrés, malestar, nerviosismo
El lenguaje corporal canino CAMBIA cuando están estresados y nerviosos. Exhiben diferentes comportamientos que ayudan a aliviar el estrés que sienten y/o apaciguar una amenaza percibida. Aquí tienes algunos ejemplos:
- Bostezar: es una señal de que un perro está cansado, pero también puede indicar que está estresado por una situación particular.
- Lamerse los labios o la trufa: el perro tiene hambre o acaba de comer, pero también podría estar diciendo que está nervioso.
- Breve congelación/parálisis del cuerpo: el perro permanece quieto durante uno o dos segundos antes de reaccionar o moverse hasta que la amenaza desaparece o decide defenderse o huir. ¿Intención? Depende….
- «Ojo de ballena»: el perro gira la cabeza pero sigue mirando la amenaza percibida, mostrando el blanco de sus ojos.
- Girar de cabeza: el perro aleja la cabeza de algo o alguien como gesto de apaciguamiento.
- Cuerpo agachado o encogido: el perro se acerca al suelo y puede tener la espalda y la columna redondeadas, es miedo o inseguridad.
- Mandíbula tensa: la boca está cerrada y está preocupado
- Pata delantera levantada: es probable que el perro esté anticipando lo que sucederá y puede que no esté seguro
- Sacudirse: el perro se sacude cuando no está mojado, despierto o revolcándose en la tierra; libera tensión.
- Babeo excesivo: en una cantidad inusual para el perro, cuando NO hay comida involucrada.
- Patas sudorosas: sudor en las almohadillas de las patas del perro, generalmente visible en las huellas de sus patas. El exceso de sudor puede deberse al estrés.
- Piloerección o «pelo erizado»: el pelo del cuello y la columna vertebral de un perro se eriza (como la piel de gallina humana), lo que hace que el perro parezca más grande y libera el olor de las glándulas contenidas en los folículos pilosos del perro.
- Peso corporal, ¿adelante o atrás?: fijarse en esto es IMPRESCINDIBLE, porque da muchísima información sobre las posibles intenciones. El cuerpo atrás es que busca escapar o huir. el peso adelantado es sinónimo de avance.
Contexto del lenguaje corporal canino
Aunque lo que acabas de ver es solo la punta del iceberg dentro de la comunicación canina, algo que debes tener SIEMPRE en cuenta es que las señales y el lenguaje corporal del perro debe leerse en un contexto determinado. Es decir, observar al perro ‘al completo’ y con distancia, puede darte una idea rápida y general de su estado de ánimo: ¿dónde está su peso, en las patas delanteras o las traseras?, ¿está blandito y en movimiento? ¿quizás esta tenso, erguido y con la boca cerrada?
Señales similares tienen diferentes significados en diferentes situaciones, por lo que la posición del cuerpo y otras señales vocales te ayudarán a comprender la intención y su estado emocional en ESE momento. Por ejemplo, si sostienes comida justo en frente de tu perro, las orejas podrían levantarse hacia adelante, su boca podría cerrarse y su cuerpo podría quedarse quieto porque se está concentrando en el pollo. PERO, si está mirando a un estímulo que le genere miedo, como el «némesis» del perro del vecino, y ves la misma postura, podrías concluir que tu perro está mostrando un lenguaje corporal ofensivo.
Tener en cuenta todo el cuerpo del perro, el entorno en el que se encuentra y las vocalizaciones que hace te dará una imagen más completa de lo que está tratando de decir.
Presta atención a tu perro
Pero ¿qué pasa si no somos capaces de reconocer los signos de miedo y estrés en nuestro perro? Entonces es posible que no nos demos cuenta de cuando NO está contento. Y aquí es donde las cosas se vuelven complicadas porque muchas personas no son muy buenas leyendo el lenguaje corporal canino. Lo cual tampoco es sorprendente, porque no es exactamente igual al nuestro. Hay que prestar MUCHA atención para detectar algunas de las señales.
Por ejemplo, cuando te acercas para acariciar al perro de tu vecino, ¿se acerca para que lo acaricies más? ¿O aparta la cabeza de tu mano y luego bosteza y mira hacia otro lado? O mejor aún, ¿eres de los que piensa que una cola en movimiento SIEMPRE es sinónimo de estar content@?
Reconocer un perro feliz es bastante sencillo, pero a veces las personas no reconocen los signos de estrés. A veces hace falta un gruñido para que nos demos cuenta de que un perro no está contento. Y digo yo, ¿no sería mejor para todos si supiésemos detectar estas cosas antes?
Una vez que seas capaz de leer el lenguaje corporal del perro, es MUY triste que tantas fotos y videos que pensabas que eran bonitos, ahora te pongan los pelos de punta, porque sabes lo que está sintiendo ese perro.
Presta atención al lenguaje corporal del perro, en general: al labrador de tu amigo, al caniche tan bonito que pasa por la otra calle; presta atención a los cuerpos blanditos, y a los que se acercan clavando la mirada a tu perro, con el cuerpo muy tenso. Empieza a intentar detectar esos signos sutiles de estrés, como sacar la lengua o bostezar o sacudirse, después de una interacción. Simplemente, intenta comprender a los perros.
Y por supuesto, ¡presta atención a tu propio perro! ¿Ves grandes relamidas cuando está a punto de recibir una galleta? ¿Ves algo parecido a esa lengua cuando ve a otro perro? ¿Tiene la boca abierta, feliz y relajada, por la zona donde salís de paseo? ¿Está concentrado en ti, esperando a ver qué quieres que haga a continuación, o está con la mirada clavada en alguna otra cosa?
Creemos que conocemos a los perros. Todos nosotros, como sociedad, creemos que los conocemos porque vivimos con ellos, están en nuestras familias. Pero una vez que te informas y empiezas a prestar mucha atención, te das cuenta de que todavía hay mucho (muchísimo) que aprender.