¿Tienes un perro que se vuelve ‘loco’ ante ciertas situaciones? ¿Se lame excesivamente, da vueltas en círculos o se persigue la cola? ¿Parece que está siempre hiperactivo? ¿Ladre de manera exagerada, salta hacia ti u otras personas cada vez que ve a otro perro? Si en tu cabeza acaba de saltar un piloto rojo, si, estas en lo cierto. Tienes un perro reactivo que necesita ayuda.
Definiendo la reactividad
Los educadores usamos el término reactividad para describir a los perros que reaccionan ante determinadas situaciones de manera exagerada, al menos desde el punto de vista humano.
Muchos perros se emocionan cuando sus propietarios vuelven a casa, cuando ven a otros perros, cuando pasa un gato, cuando suena el timbre… Pero el perro reactivo no solo se emociona, sino que pierde el control hasta un punto, que puede hacerse daño a sí mismo o a los demás a su alrededor. La veterinaria Karen L. Overall en su manual de medicina clínica, explica que los perros reactivos responden a los estímulos normales con un nivel de intensidad superior al normal. Además, también comenta que el mayor problema en cuanto a la modificación de comportamiento es la reactividad subyacente, es decir, cuanto más reactivo es el perro más difícil es modificar o redireccionar el problema.
Causas de un comportamiento reactivo
Los perros pueden ser reactivos por diferentes razones, desde tener miedo de otros perros, hasta querer saludarlos y sentirse agobiado por la emoción-frustración o, simplemente, porque algo les pone nerviosos.
Me parece interesante remarca que pueden reaccionar de manera negativa hacia cosas que perciben amenazantes, pues los perros que sienten miedo tienden a necesitar mas tiempo para pensar cuando están evaluando la situación. Cuando la están evaluando, decimos que están por debajo del umbral, en el sentido de que su estrés no se ha acumulado hasta el punto de superar ese umbral. Si la presión es demasiado alta, entonces actuara pero, precisamente por esto, reaccionar de manera negativa NO es sinónimo de reaccionar de manera REACTIVA. Son cosas muy diferentes. Los perros reactivos ni siquiera evalúan la situación, sobrepasan el umbral directamente.
De una manera u otra, y exceptuando condiciones genéticas, neurológicas o médicas (dolencias), el trasfondo de la reactividad tiende a ser el miedo o la frustración, no la agresividad como suele pensarse (recuerdo, por si no has leído nada sobre la agresividad, que no es una emoción, sino un comportamiento o manera de expresar la ira). La razón por la que reacciona excesivamente ante otro perro (o persona, bicicleta, bolsa de plástico…) puede ser que sea por querer mantenerlo lejos, o bien porque algo le retiene y se frustra por no poder llegar a ello. Cuando pretende alejarlo, enseñar los dientes, tirar chasquidos al aire, o ladrar, suele funcionar muy bien. Habitualmente el otro perro (o quizás el humano que pasea al otro perro) se marchan, y desaparecen de la escena. Y así, otro factor en contra es que, queramos o no, esos comportamientos tienden a reforzarse.
Aunque lógicamente también puede observarse en perros adultos, los perros adolescentes son especialmente sensibles a reaccionar de manera reactiva, especialmente los que no han tenido una buena socialización en su periodo crítico. Las hormonas y toda la química liberada por la maduración del cuerpo, juega un papel muy importante, ¡bastante parecido a los adolescentes humanos!
La reactividad no SIEMPRE tiene un trasfondo relacionado con el miedo. Algunos perros aprenden que, hacer según que comportamientos, funciona y les proporciona algún beneficio, sea cual sea bajo el punto de vista del animal. A la larga pueden reaccionar automáticamente (como un ¡click!) en cuanto detectan el estímulo desencadenante.
Por ejemplo, piensa en el repartidor que entrega los paquetes en tu casa. El perro ladra cuando toca el timbre y está cerca, pero sigue ladrando cuando, una vez entregado el paquete, se marcha. El perro, ni tiene miedo, ni entiende porque se va, PERO su comportamiento de ladrar se ve reforzado porque en el fondo, ¡el repartidor se marcha! El refuerzo positivo funciona, aun con cosas que no quieres que aprenda…
La reactividad no define la personalidad de tu perro
Las etiquetas colocan a perros individuales y únicos, en grupo estereotipados que nublan la vista y la percepción que tienen las personas sobre sus propios perros. Los perros reactivos no son malos perros, simplemente muestras comportamientos emocionales inadecuados, pero hay que tener cuidado porque tienden a agravarse con el tiempo y pueden desencadenar en comportamientos agresivos, especialmente si el perro es inseguro o no se siente cómodo en ese momento.
Las conductas reactivas pueden ser peligrosas tanto para otros perros como para personas, y deberían ser tratados de inmediato por un profesional de l comportamiento. Mantener al perro a cierta distancia de los estímulos que le activan, puede disminuir o incluso eliminar el comportamiento que causa tantos problemas. La clave está en encontrar la distancia crítica (distancia a la que responde) ya que, cuando empiezas a reconocer esta distancia, se puede pensar en un plan de modificación para disminuir la reactividad y mantener a tu perro seguro y por debajo del umbral de respuesta.