Espacio. A algunos nos gusta mucho y otros prefieren algo mas cercano, seamos familia, amigos o incluso, si nos acabamos de conocer. Es una preferencia personal y te guste mas o te guste menos, eso debe ser respetado.
En el mundo de los perros estas reglas funcionan igual, excepto que en su mundo el espacio es de vital importancia. De hecho, algunos expertos creen que muchos de los problemas relacionados con la agresión, tienen que ver con el espacio.
Los perros también tienen límites personales
A los humanos nos cuesta entender: los perros TIENEN límites personales. Al igual que las personas, a veces los perros necesitan espacio. Y lo necesitan por muchas razones: pueden tener dolencias o ser lo suficientemente mayores como para no querer que le moleste, pueden ser reactivos, otros son adolescentes sin modales, algunos están bien con perros pero les aterrorizan las personas, a otros les pasa justamente lo contrario… Creo que no son necesarios más ejemplos.
No se muy bien como a ocurrido o porque pasa, pero parece que en algún momento los humanos empezaron a pensar que un perro ‘normal’ es aquel al que deben gustarle todos los perros. Y por error, les dejamos que corran hacia otros perros extraños SIN saber si el otro quiere o no encontrarse. Y pasa un poco lo mismo con las personas. El resultado, cuando esto falla, el perro ES malo.

Solo necesitan espacio
Dar espacio a los perros permite que sean mas receptivos al mundo. Veamos algunas razones:
- Muchos necesitan presentaciones lentas ante perros extraños
- Los saludos nariz/nariz, o incluso cuando caminamos de frente, NO es natural para ellos
- Los perros con correa generalmente NO se sienten cómodos conociendo a perros que pasean sueltos, no tienen control ante la situación
- Algunos perros con enfermedades, como puede ser la epilepsia, hace que sea peligroso para ellos interactuar con extraños
No necesitas ser un experto en comunicación canina o lenguaje corporal para entender este concepto. Si te duele la espalda, ¿te gustaría que un extraño corriera hacia ti y te saltara encima? ¿Mantendrías la calma si un extraño, nervioso y muy emocionado te persiguiera por la calle? Si estuvieras ocupado trabajando en tu escritorio, ¿te gustaría que alguien te saludase impetuosamente? Por supuesto que no. Bueno, pues a los perros tampoco les gusta. Y eso hay que respetarlo.
Tipos de presión
Es importante irnos familiarizando con el concepto de presión corporal. Hay diferentes tipos, por supuesto.
Pongamos a los humanos como ejemplo. Seguro que no permites el mismo espacio a un familiar cercano, por ejemplo tu pareja, que a un compañero o amigo de trabajo o a un extraño que te encuentras por la calle. Tampoco es lo mismo en cuanto al entorno donde estés, por ejemplo en el ascensor o el metro, no podemos permitir más cercanía con desconocidos. Los perros también responden diferente según la ocasión. Obviamente, responden a la presión física si les tocas o empujas. Pero cuando hablo de ‘presión corporal’ no hablo de tocar, sino de la distancia o el espacio que hay entre los dos cuerpos, físicamente hablando.
Esto no solo ocurre entre perros. Esa ‘presión corporal’ puede verse de manera muy clara entre especies, por ejemplo cuando ves a perros pastoreando: si el perro se acerca al rebaño por la derecha, el rebaño se mueve hacia la izquierda; si el perro para y se tumba, el rebaño para; si el perro avanza, el grupo se mueve avanzando delante.


Esto, entre humanos y perros también ocurre. Y cuando un humano se acerca no solo influye por donde lo hace (¿es previsible?), sino cómo lo hace. No es lo mismo pasar por un pasillo de manera recta y mirando fijo a los ojos, que en un lugar mas abierto, rodeando al perro y mirando al suelo. Suena sencillo.
Algunas formas frecuentes en la que los perros sienten esa ‘presión’ por parte de los humanos incluyen:
- Pararnos de frente a ellos
- Mirarlos directamente
- Estar de pie, erguidos, e inclinarnos sobre ellos (especialmente peor para los perros mas pequeños)
- Extender nuestras manos hacia ellos
- Cuando entramos/invadimos directamente en su espacio personal, peor aún, de frente
Cuando un perro se siente incómodo con algo, es nuestra responsabilidad cambiar eso. Solamente con respetar su espacio ya ganaremos puntos pero, si además usas el contracondicionamiento y la desensibilización combinados, ya estás haciendo algo de manera proactiva para hacer frente a esos miedos relacionados con el espacio.
Todos deberíamos de pasear adecuadamente a nuestros perros y obedecer ciertas leyes o normas que tienen ellos. Si hacemos eso y actuamos con respeto, nuestro peludo amigo nos lo agradecerá enormemente ¡ni que decir los otros perros! En algún momento tu perro puede convertirse en un perro con necesidad de espacio debido a una enfermedad, lesión, vejez o una mala experiencia con otro perro. Los perros hacen mucho por nosotros. Les debemos una.