La ciencia tras la educación

La ciencia importa

En España, la industria del adiestramiento y la educación canina no está regulada. Aunque verdaderamente, la mayoría estaríamos de acuerdo en decir que lo que está es “autorregulada”.

Hay muchos adiestradores de gran nombre que a través de su propia dedicación y experiencia han logrado tener un gran éxito sin comprender necesariamente la ciencia que hay detrás del comportamiento canino. De manera inversa, un buen conductista canino, se preocupa mucho por intentar entender cómo se siente el perro y por qué se comporta de la manera en que lo hace. Pero para entender eso, lo que hay que tener es una mente científica o, cómo mínimo, algo de interés en ella.

La ciencia no es algo que ocurre solo en un laboratorio

A pesar de que muchas películas o series de televisión tratan a los científicos como nerds (personas obsesionadas con sus microscopios, sin relaciones sociales, y todo el día con las narices dentro de un libro), muchos científicos, incluidos los que estudian las ciencias del comportamiento, son auténticos profesionales que unen su aprendizaje teórico con sus propias experiencias entrenando y entendiendo a los animales.

Otra idea equivocada con respecto a la ciencia es que no es fiable porque constantemente se contradice a sí misma. Y esto, claramente, es NO saber cómo funciona la ciencia. Una teoría científica parte de unas hipótesis, y gracias a que pueden seguir siendo estudiadas y refutadas, las teorías se van actualizando y mejorando constantemente con el tiempo, dependiendo de las nuevas pruebas que se consigan. Obviamente según más avanza la ciencia, más cosas entendemos y, por esa razón las cosas previas van cambiando.

Por ejemplo, sabemos más allá de toda duda que la Tierra es una esfera, y que todo en este planeta, se mantiene con los pies en el suelo, gracias a las leyes de la gravitación de Newton (nadie discute esto, ¿verdad?). Pues con la ciencia del comportamiento pasa lo mismo: también tiene unos fundamentos o leyes que la corroboran. 

Pero al igual que las demás ciencias, lleva sucediendo de manera natural desde que el primer animal apareció en la tierra, igual que la evolución. Así un animal, o aprende a modificar su comportamiento para adaptarse al medio, o sino, no sobrevive. Por eso la conducta es un fenómeno natural. Lo que los humanos hemos hecho ha sido observar y escribir una serie de normas a las que llamamos las leyes del aprendizaje y del comportamiento.

Lo bueno de la ciencia es que es verdad, creas o no creas en ella

Una teoría se considera científica cuando el conjunto de conceptos, ideas o leyes previas son observables, se pueden medir y por lo tanto refutar por el resto de la comunidad científica (¡o por quien quiera!). Por ejemplo, uno puede argumentar que una manzana caerá al suelo si se suelta, y entonces soltar una manzana para ver que pasa.

Hoy día tenemos una teoría unificada sobre la evolución que reúne las observaciones de Lamarck y de Darwin, las del genetista Gregor Mendel y más recientemente, las observaciones de la genética molecular o incluso de la paleontología. Con todas estas ramas científicas unidas, podemos explicar porque hay tanta diversidad de organismos, cómo se adaptan a su entorno, y también como afectan los cambios del entorno sobre los mecanismos genéticos de todos los animales.

Por lo tanto en ciencia, las teorías son una explicación amplia para una variedad de fenómenos, y estas a su vez incluyen muchas hipótesis y leyes. Deben tener una serie de características estructurales semejantes: deben ser concisas, deben ser medibles, observables, predictivas y deben ser aplicables en su ámbito de estudio. Así, una teoría sobre un fenómeno determinado, está compuesta por muchas evidencias de ámbitos de estudio diferentes, y por lo tanto es difícil falsearlas o cambiarlas por otras.

Son muy estables, aunque eso si, no inmutables. Una nueva evidencia o una nueva forma de observar el fenómeno del que trata una teoría, puede hacer que se formule una nueva hipótesis, y esa nueva hipótesis puede llegar a modificar esa teoría.

Los tres criterios principales entre la ciencia y la educación

Aunque no voy a profundizar mucho en ello, me parece interesante destacar lo que yo considero que son los tres puntos más importantes entre la ciencia y el adiestramiento canino. Estos tres puntos separan la ciencia de la educación canina en tres aspectos principales:

  • Aspectos intangibles
  • Aspectos tangibles
  • Aspectos filosóficos

Los aspectos intangibles son aquello que no se pueden ver. Aquí entrarían aspectos como el proceso de aprendizaje, la mente, la inteligencia o el propio pensamiento de los perros. En definitiva, todo lo relacionado con la caja negra que es el cerebro.

De modo que, ¿cómo aprende un perro? Pues, en el fondo, no muy diferente de como lo hace un niño de entre tres y cuatro años de edad. En este aspecto, hay ciertos nombres históricos que han jugado un papel crucial en el estudio de la psicología y el comportamiento animal. Estos incluyen a Ivan Pavlov, B F Skinner, Edward Lee Thorndike, Konrad Lorenz y muchos otros. Los perros y, en general los animales (incluidos los humanos) aprendemos por asociación (condicionamiento clásico), consecuencia (condicionamiento operante) e imitación.

Por lo tanto, este aspecto de la ciencia en la educación canina es intangible: no puede ni observarse ni medirse.

Dentro de los aspectos tangibles podemos englobar entonces todas aquellos aspectos que SI podemos observar y medir, por ejemplo las emociones, el temperamento, la personalidad, como responde un perro al entrenamiento, su motivación, que le gusta comer, con qué le gusta jugar… Una lista infinita vaya.

La importancia de comprender la biología de un perro, desde su sistema digestivo hasta su sistema límbico es fundamental y está subestimado por muchos propietarios y adiestradores de perros. La importancia de una dieta equilibrada es importante para que no tengan problemas a nivel nutricional. Por ejemplo, un desequilibrio a nivel de neurotransmisores (los mensajeros que transmiten información entre neurona y neurona) puede afectar en el comportamiento de un perro, desde su capacidad para concentrarse y aprender, hasta la agresión, la hiperactividad y la salud física en general. Por lo tanto, la alimentación de nuestros peludos es tan importante como el adiestramiento.

También he mencionado la personalidad canina. Cualquier propietario sabe que al igual que los humanos, cada perro, gato, loro, etc. tienen diferentes personalidades y emociones. Muchas investigaciones realizadas por eminentes científicos como Jaak Panskepp o Gregory Berns, han descubierto que el cerebro de los perros libera hormonas, al igual que ocurre con los humanos, que son responsables de ciertas emociones. La vasopresina está vinculada a la agresión, la oxitocina a menudo es conocida como la “hormona del amor” y la dopamina mejora la experiencia del placer.

También reconocen las expresiones faciales de los humanos y reaccionan en consecuencia a las mismas. ¿Te suena el típico ojo de vaca o la expresión blandita de su cara para llamar tu atención? Todas las expresiones que todos reconocemos son el resultado de la cría selectiva después de muchos miles de años de domesticación.

Y por último también he mencionado los aspectos filosóficos. Estos se centran en el tratamiento ético hacia los animales. Por ejemplo, ¿es moral y éticamente correcto exhibir perros atados por el cuello en exhibiciones caninas? ¿Es ético castigar con un collar de estrangulamiento a un perro que no obedece al pedirle un tumbado? ¿Sabe ese perro lo que le estas pidiendo, o simplemente es más fácil asumir que si sabe hacerlo y así justificar nuestra frustración a través del castigo? Seguro que hay muchísimas otras preguntas relevantes de aspecto filosófico que podríamos hacernos, aunque, pensándolo bien todas estas ya se hacen bastante evidentes…

Continua aprendiendo

  • La importancia de la ciencia en la educación canina – aunque no lo creas, la educación canina tiene unas bases científicas igual que otras ciencias como la biología o la química.
  • Las leyes del aprendizaje – Aunque la amistad y el vínculo con nuestro perro es algo fundamental para tener un perro educado, también es importante saber cómo funciona su aprendizaje y su relación con el comportamiento.
  • Una profesión ética – El propósito de un código ético es doble: primero porque brinda credibilidad a la profesión, y segundo, porque protege a los perretes de las malas prácticas.
  • Métodos clásicos VS positivos – Métodos tradicionales basados en los castigos vs ciencia moderna
  • La malentendida teoría de dominancia – Un término usado mal y en exceso, para dar una explicación equivocada a los problemas de comportamiento.

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