La ciencia tras la educación

Una profesión ética

A día de hoy, es asombrosa la cantidad de opciones que hay a la hora de elegir un educador/a canino, al menos en comparación a hace algunos años. Probablemente en parte, sea debido al sencillo acceso que tenemos para buscar uno. Solo hay que teclear en el buscador de Google o dar algunas vueltas por Facebook para encontrarlo.

Pero, sin una investigación previa sobre ese profesional, ningún propietario tiene manera de saber qué persona es adecuada para ayudar a resolver los problemas que tiene con su peludo. A priori puede parecer razonable buscar alguien que no solamente te de buenas sensaciones, sino que además, sepas de antemano que es un adiestrador certificado. Pero, espera. ¿Crees que tener unas credenciales o un título certificado es suficiente para fiarte de dejar a tu compañero de cuatro patas en sus manos?

El principio de ‘menos intrusivo’

Muchas profesiones como en la psicología, la educación o la medicina, tienen unos estándares éticos que todos los profesionales deben de cumplir. Entre otros, hay uno al que se le denomina el principio de menos intrusivo

La intrusión puede definirse como un grado de NO control, elección o consentimiento que tiene, en este caso, el alumno (en nuestro caso de cuatro patas y peludo). El concepto es relevante tanto para el bienestar de los animales, como para el de las personas. ¡Imaginaos la cantidad de mala praxis que habría en disciplinas como la medicina si este principio no estuviese bien fundamentado!

La doctora Susan Friedman, profesora de psicología, y pionera en implementar el análisis de comportamiento aplicado a animales, fue la primera persona en aplicar este principio de menos intrusivo en el entrenamiento de, en su caso, loros. Gracias a su introducción, este se convirtió en un estándar profesional para organizaciones y zoológicos de todo el mundo, al implementar un  protocolo llamado LIMA.

¿Qué es LIMA?

LIMA” es un acrónimo de la frase “menos intrusivo, mínimamente aversivo (en ingles Least Intrusive, Minimally Aversive). LIMA describe a un entrenador (adiestrador, educador) o consultor de comportamiento que usa una estrategia menos intrusiva y mínimamente aversiva, de un conjunto de tácticas humanas y efectivas, con las que probablemente consiga el objetivo de modificación de conducta. Así, la adhesión a LIMA, requiere que los consultores estén adecuadamente educados y capacitados para garantizar que se utilice, como ya he dicho, el procedimiento menos intrusivo y aversivo.

LIMA no justifica el uso del castigo en lugar de otras intervenciones y estrategias efectivas. En la mayoría de casos, el cambio de comportamiento deseado puede verse afectado al centrarse la terapia en el entorno del animal, el bienestar físico y las intervenciones clásicas, como el refuerzo diferencial de un comportamiento alternativo, la desensibilización y/o el contracondicionamiento.

Texto extraído de https://m.iaabc.org/about/lima.
Jerarquía humanitaria para la modificación de conducta
Jerarquía para la modificación de conducta, de acuerdo al principio de menos intrusivo y mínimamente aversivo

Sobre la ética y la habilidad de los educadores

En todo el tiempo que llevo entrenando perros, y enseñando a clientes cómo funciona el comportamiento, nadie nunca me ha expresado mayor preocupación por el tema de los castigos. Sin embargo y de manera inversa, son muchos los que me preguntan si esta metodología no es débil o implica la falta de liderazgo, independientemente de cómo interpreten el término de educación en positivo.

Pero el problema real no está en los propietarios, que a fin y a cuentas contactáis con nosotros para ayudaros con algo que se os escapa de las manos. El verdadero problema radica en ciertos profesionales del gremio, que siguen utilizando métodos clásicos para adiestrar a los perros. Curiosamente, para los humanos (y primates en general), el uso de la fuerza y la coerción parece estar en nuestros genes. Y esto es lo que usamos de manera natural para influenciar el comportamiento de los demás. Este método es mucho más fácil (no requiere experiencia ni conocimiento) y a veces desgraciadamente, también es más rápido (no siempre, y sin tener en cuenta las consecuencias).

Sin embargo, la alternativa a todo esto es usar la ciencia, el ingenio y el refuerzo positivo. Aquí es donde entramos en juego los entrenadores MODERNOS. Nuestra experiencia y conocimiento es la base sólida de nuestro trabajo y, somos expertos en cambiar el comportamiento usando la mínima fuerza o coerción. Es decir que, somos menos intrusivos. Pero para llegar aquí hay que invertir horas en estudiar y sobre todo, tener una mente flexible que te permita aceptar y rehusar métodos usados durante años.

Lamentablemente y a pesar de toda la información que tenemos ahora, todavía hay muchos profesionales del adiestramiento canino que recurren a métodos y técnicas confrontativas que generan dolor y malestar en los perros.

Un trabajo basado en el respeto

Para nosotr@s, la primera línea de trabajo se centra en aplicar el refuerzo positivo, tanto en el entrenamiento como en la modificación de conducta. Este método, de aplicarse de manera consistente, reduce el índice agresiones, conductas evasivas, estrés y miedo. Además, debemos ser capaces de entender al propio perroy por supuesto, saber transmitir nuestro conocimiento, metodología y habilidades a las personas/humanos que conviven con ellos. Y como entrenadores o asesores, somos también responsables de prevenir el abuso y las interacciones inadecuadas e inhumanas, como el castigo físico, el miedo, el dolor, o incluso el manejo excesivamente restrictivo.

Siempre que sea posible, intentamos ofrecer control y elección propia al animal. Pero además, y ante todo, somos un altavoz para hacer entender a la gente que debemos tratar a otras especies con conciencia y respeto, teniendo en cuenta sus preferencias, habilidades y necesidades como individuo.

Por favor, asegúrate SIEMPRE de que la persona a la que recurras para asesorarte en el comportamiento de tu amigo, conozca estas normas y tenga como mínimo su propio código ético y responsable. Saber elegir la persona adecuada con una ética profesional, puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de la terapia tanto en la modificación de conducta, como en los entrenamientos de obediencia. Asimismo, si quieres ver los principios éticos de Hablando Canino, te animo a pasar por el siguiente enlace.

Continua aprendiendo

  • La importancia de la ciencia en la educación canina – aunque no lo creas, la educación canina tiene unas bases científicas igual que otras ciencias como la biología o la química.
  • Las leyes del aprendizaje – Aunque la amistad y el vínculo con nuestro perro es algo fundamental para tener un perro educado, también es importante saber cómo funciona su aprendizaje y su relación con el comportamiento.
  • Una profesión ética – El propósito de un código ético es doble: primero porque brinda credibilidad a la profesión, y segundo, porque protege a los perretes de las malas prácticas.
  • Métodos clásicos VS positivos – Métodos tradicionales basados en los castigos vs ciencia moderna
  • La malentendida teoría de dominancia – Un término usado mal y en exceso, para dar una explicación equivocada a los problemas de comportamiento.

¡Ayúdale a cambiar los malos hábitos!

Aprende a comunicarte con tu perro a través de una metodología dinámica y eficiente

Hablando Canino es un espacio hecho por y hacia los perros con el objetivo de acercar estos dos mundos tan diferentes a través de la ciencia, la comunicación y el conocimiento.